Durante meses, las compañías de telecomunicaciones de todo el mundo han estado luchando con qué hacer con Huawei. EE. UU. Ha excluido efectivamente a la compañía de las redes de telecomunicaciones estadounidenses, citando preocupaciones de seguridad nacional, pero como el resto del mundo enfrenta la misma opción, no todos están convencidos de que Huawei sea una amenaza. La mayoría de los expertos estadounidenses consideran que la exposición de Huawei al gobierno chino es peligrosa en sí misma, pero a medida que pasa el tiempo, la división nacional es cada vez más difícil de ignorar.
Esta semana hubo dos figuras prominentes más que tomaron partido, Por motivos que parecían más políticos que tecnológicos. El viernes en Ginebra El jefe de la UIT, Houlin Zhao, se manifestó públicamente contra la prohibición. "Si encuentras algo malo, entonces puedes cargar [Huawei] y acusarlos", dijo Zhao. "Pero si no tenemos nada para ponerlos en la lista negra, creo que esto no es justo". Zhao nació en China y trabajó en el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones del gobierno antes de pasar a la El sindicato de telecomunicaciones de la ONU, por lo que no es sorprendente que se preocupe por la falta de pruebas en contra de la compañía.
Al mismo tiempo, los funcionarios estadounidenses insisten cada vez más en que todas las compañías chinas son potencialmente sospechosas. En un foro de seguridad cibernética el jueves El jefe de infraestructura y seguridad cibernética de DHS, Chris Krebs, dijo que la principal preocupación era el régimen legal del país de origen, en lugar del producto específico que se envía.
"Nuestro enfoque no está en el país de origen ni en la empresa, sino que se trata del estado de derecho en el que ese producto está potencialmente sujeto", dijo Krebs. Esa misma lógica podría aplicarse a otras empresas chinas o exportaciones rusas como el software antivirus de Kaspersky Lab . Como dijo Krebs, "es el auge de los estados autoritarios y la forma en que están operando sus sectores tecnológicos".
Los diferentes lectores simpatizarán con los diferentes lados, pero cada vez es más difícil ver cómo se puede resolver el argumento con el análisis técnico. Cada vez más, la lucha por Huawei parece una pelea entre los Estados Unidos y China, con todos los demás atrapados en el medio. Y si las declaraciones de esta semana son un indicio, es una pelea que seguirá y seguirá.
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