Ciento cincuenta años antes de John Nash recibió su premio Nobel , un tren partió de Versalles para París. A bordo había dos hermanos que regresaban a casa de visitar a sus amigos. Siempre un viaje placentero a través de la campiña francesa, este fue, desafortunadamente, en peligro. El tren se estrelló y uno de los dos hermanos, Joseph, resultó gravemente herido con un hueso roto y otras fracturas. Joseph Bertrand ese día tenía 20 años y ya era profesor de matemáticas con un doctorado que recibió a la edad de 17 años para una tesis en termodinámica.
Más tarde, José desafiaría a otro matemático francés Antoine Augustin Cournot reelaborando una situación económica en la que dos empresas dominan un mercado, conocido formalmente como el duodio de Bertrand . Propuso que en un estado de duopolio, en el que los jugadores ofrezcan un producto no diferenciado y no cooperen, sus clientes compran a cualquiera que lo venda por más barato. El duopolio de Bertrand es una situación difícil en la que los precios eventualmente convergen con los costos, lo que hace que sea económicamente imposible que sus jugadores existan a largo plazo. Fue una época en la que solo existían empresas rentables.
El trabajo de Bertrand fue uno de los cimientos sobre los cuales John Nash construiría más tarde. Cuando Bertrand definió una competencia feroz, Nash reconoció que los competidores no siempre saben cuál es la estructura de costos del otro o qué harían en respuesta a las acciones de uno, por lo tanto, continúen tomando decisiones tácticas en sus negocios que resulten en ciertas recompensas. Afirmó que existe un perfil de estrategias de modo que la estrategia de cada competidor sea una respuesta óptima a la del otro, hay un punto de equilibrio en el que ninguno de los competidores tiene nada que ganar al cambiar las estrategias. Ese punto se llama el "equilibrio de Nash".
John Nash compartió el premio Nobel en 1994 con otra mente brillante: John Harsanyi . Harsanyi examinó la incertidumbre en torno al conocimiento de cada parte y la comprensión de las decisiones de la otra parte y cómo se pueden integrar las creencias en un marco de la teoría de juegos. Estos juegos son llamados juegos de información incompleta. Harsanyi dijo que las estructuras de pago no siempre se conocen y vienen con una cierta distribución de probabilidad, por lo que se debe tener en cuenta la probabilidad cuando se realiza un movimiento económico táctico y se calculan los resultados.
Desde Bertrand hasta Nash y Harsanyi, muchas empresas han tenido dificultades Competencia, condiciones de duopolio, presiones de precios y supervivencia. Algunos sobrevivieron, otros no. Otros alcanzaron un estado rentable de equilibrio de Nash y todavía existen hasta el día de hoy.
Avance rápido hasta hoy … aquí viene Uber y Lyft.
Considere una situación hipotética en la que Lyft presenta una promoción en un mercado específico. Si lo hace, afectará la participación de mercado de Lyft, los ingresos totales y las ganancias en general. También afectará la participación de mercado de Uber y los ingresos totales en ese mercado, pero no la ganancia por viaje porque aún no han respondido a la medida ajustando su precio. La misma situación se aplica a Lyft si Uber ejecuta una promoción. Ellos elegirán responder o no responder en función de sus creencias sobre el pago que recibirán. Seguirán jugando este juego hasta que concluyan que no hay nada que ganar al ofrecer más promociones, momento en el que habrán alcanzado el equilibrio de Nash.
El trabajo de Harsanyi es bastante relevante aquí porque las dos compañías tienen una idea razonablemente buena sobre el resultado de Cada acción y los costos de los demás, pero no saben exactamente lo que eran, y compiten con un cierto nivel de creencia acerca de las preferencias y los beneficios de los demás. Según sus creencias, cada empresa deberá asignar un cierto nivel de probabilidad a los resultados de sus acciones y las respuestas de sus competidores.
También debemos tener en cuenta que, al principio, los competidores saben menos unos de otros, pero cuanto más tiempo jueguen, más aprenderán y harán ajustes en sus movimientos. La publicación en público aporta más transparencia sobre cada empresa, por lo que aprenderán aún más. Cuanto más se conozcan entre sí cada competidor, más informadas estarán sus decisiones y sus respuestas, de modo que el juego compartido compartirá el equilibrio de Nash.
¿Cuál prevalecerá? En este punto, hay una serie de preguntas que uno debe hacer como inversionista. ¿Están Uber y Lyft en el equilibrio de Nash hoy? Si están en el equilibrio de Nash, y sabemos que este estado significa que están perdiendo dinero todos los días, finalmente agotarán todas las reservas. Si no, ¿cuál sería ese estado final de equilibrio? ¿Sería un estado rentable para estas compañías y sus inversionistas? En un estado de equilibrio de Nash, ¿qué precio cobraría cada empresa a sus clientes en un mercado determinado?
En segundo lugar, existen Uber y Lyft en un duopolio de Bertrand ? Sus productos son idénticos. Un conductor puede conducir para ambas compañías en el mismo auto y con frecuencia lo hacen. Bertrand se desconcertaría de lo feroz que es esta competencia. En su opinión, las guerras de precios terminarían cuando el precio sea igual al costo, sin que ninguna de las partes o ningún interés económico continúe sus negocios. En este caso, estas empresas convencieron a los inversionistas para que eleven niveles masivos de capital externo para que puedan pagar los precios por debajo de su costo, operando con déficits con la esperanza de vencer a la competencia y, en algún momento, alcanzar la rentabilidad.
Hay dos cosas que las empresas pueden hacer para escapar del duopolio de Bertrand: crear una estructura de costos más baja o diferenciar el producto. Si uno puede crear una estructura de menor costo, como automóviles sin conductor y el otro no, ese gana. Si se introduce un nuevo producto, como bicicletas o scooters y se introduce en un nuevo mercado, escapan de Bertrand y obtienen una ventaja. Pero mientras las compañías mantengan un estado de productos no diferenciados, según Bertrand, los clientes irían con el más barato de los dos, los precios irían a la baja, los conductores ganan menos y los beneficios económicos se erosionan.
Bertrand asumió una muy mundo mercantilizado y no tuvo en cuenta los elementos más suaves de la competencia. En ausencia de soluciones de reducción de costos, como los automóviles sin conductor, atributos como la "cultura de la empresa" entran en juego. Si dos compañías cobran el mismo precio, ¿los consumidores se dividirían 50-50 como dijo Bertrand, o elegirían la compañía que creen que es "más agradable"? O, ¿cuál es la prima o el descuento atribuible a la "amabilidad" de las compañías?
En la guerra entre Uber y Lyft, o en cualquier otro duopolio, la capacidad de las empresas para tomar decisiones calculadas en momentos de competencia sigue siendo una pieza vital del rompecabezas. La estrategia viene en dos pasos. Primero, todas las decisiones deben tomarse en niveles óptimos para alcanzar un estado de equilibrio de Nash. En este punto, no hay otras decisiones que tomar que proporcionarán un beneficio económico adicional a cualquiera de las partes. Una vez hecho esto, comienzan los esfuerzos de diferenciación para que las partes puedan escapar de Bertrand. Y eso sucede en dos frentes: coste y diferenciación de producto. Es ciertamente una tarea compleja y ambas compañías tienen equipos inteligentes para realizar los cálculos. Será emocionante ver las batallas en los próximos años.
(Si eres un inversor, ¿tendría sentido invertir en ambas compañías en un duopolio de Bertrand? Tal vez sea como apostar tanto en negro como en rojo en una juego de ruleta. Recuerde, si la bola cae en cero, ambas apuestas pierden!)
Descargo de responsabilidad: Venture Science es un inversor de Lyft.
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